El Huarachito del minibusero.


Senos como koala.
May 30, 2007, 4:07 pm
Filed under: Eyaculaciones precoces., Güarrez del día., Pañalera.

Los mejores sucesos, los más bizarros y cargados de canallería suceden dentro de una unidad de transporte colectivo. Un camión, un vagón del metro, un pecero.
Sucedió el día de hoy, que caminando por de costumbre, algo molesto por que al encontrarme del lado contrario de la avenida, pude ver como se retiraba vacío mi ruta(en lo que cabe) mi medio de transporte, uno siempre hace coraje cuando ve irse así los buses, y nos autoreprochamos nuestros sucesos del camino «¡mierda!, si no me hubiera detenido a ver la primera plana del Gráfico«, «¿por qué dejé pasar a esa anciana antes que a mi?, perdí tiempo en verdad valioso«, «pinches maricones tortugos que iban platicando con eclipsal tardanza frente a mi, todos pavoneados de su mal gusto de vestimenta y bloqueando la acera«… en fin, sólo vi retirarse con dirección al Ángel mi ruta y yo del otro lado de la avenida acumulando corajes y eso que no había empezado el día en forma, por falta de mi primer taza de café.
Esperé al siguiente, me dije que no valía la pena encabronarme y puse mi iPod a trabajar con volumen suficiente para bloquearme del sonido exterior y distraerme en las letras de Regina Spektor, Tori Amos, Poe, Madonna y Suzanne Vega (mariconsísimo, pero en discreción social conmigo mismo y sin hacerlo notorio como los que me hicieron perder tiempo de trayecto). Subí al camión, y pude encontrar lugar favorable, cerca de la puerta de bajada y con una mano en el tubo superior paralelo al suelo logré recargarme con el hombro derecho en uno pilar perpendicular al tubo de mi soporte; con la otra mano venía cargando el iPod para cambiar la canción en caso de que no me gustara (o repetirla en conveniente caso de que me gustara un putero como Fidelity, que oí 3 veces).
Pasamos la Diana, y el sol sugería augurarme que el día va a ser caluroso, pasamos Torre Mayor y el trafico defeño empezaba a tomar la forma acostumbrada, y el recorrido se tornó de 20 km/h a 3 km/h, sólo veía pasar a la gente que muy posiblemente iba más aprisa que mi camión.
Suspiro.
Empezamos a acercarnos a Auditorio Nacional, cuando siento el cuerpo de una señora de pechos tan inmensos como su estómago repegarse a mi, lo cual me dio a entender que siendo una bajada de demanda común, algunos de los pasajeros debían estar haciendo paso para su bajada y mi siamesa untada a mis espaldas tenía, como buena ciudadana, hacer espacio al paso de éstos. Eternos minutos siempre son los que debe el chofer armado de paciencia esperar a la altura del centro agorezco junto al Campo Marte. Cuando logramos superar la espera del ganado de automóviles y siguiendo la doña aferrada a mi espalda, empieza Luka de Suzanne Vega

«My name is Luka
I live on the second floor
I live upstairs from you
Yes I think you’ve seen me before

If you hear something late at night
Some kind of trouble. some kind of fight
Just don’t ask me what it was
(…)»

Continuó el camión su ruta y a unas cuadras de Periférico, yo podía seguir aún sintiendo las protuberantes glándulas mamarias de esta dama koala sobre mi espalda cual eucalipto.
(…)»Yes I think I’m okay
I walked into the door again
Well, if you ask that’s what I’ll say
And it’s not your business anyway
I guess I’d like to be alone
With nothing broken, nothing thrown
«(…)

Era demasiado pensé, ya deberían de haber bajado los que solicitaban a empujones pasar por el espacio de la ruca esta. Volteo para ver qué era lo que obligaba a doña-pechos-enormes seguir tratando de mimetizarse conmigo.
¡Nada! ella estaba ahí por convicción, por placer o por excitación. Había espacio suficiente en el pasillo, para que el Infonavit construyera una casa…

(…) «My name is Luka
I live on the second floor
I live upstairs from you
Yes I think you’ve seen me before
«…



Bebé sol, ya crecidito y ¡más aterrador que nunca!
May 29, 2007, 10:36 pm
Filed under: De naco, a dios Baco., Historias de chachas

Bueno, no puedo (ni soy) considerarme un cabrón que tenga la autoridad moral necesaria para hablar de política, por lo que ejemplos como éste, son los que me hacen no sentirme tan ajeno de los acontecimientos dentro del mapa social terrestre.
Una de las verdaderas razones por las que me sentí en profundo pánico con el video, no fue el rostro anticrístico del «Yor-vuch«, sino que en la vida real el Bebé sol que sale en el programa de los Teletubbies ha sido una pesadilla recurrente para mi corazón cansado y próspero a paros.
Una vez tuve el siguiente sueño:

Me encontraba yo haciendo la pizca de manzanas en un campo verde, verde muy verde de ésos verdes que se usan para los post-its, estaba acompañado de alguien que no recuerdo, pero me sentía feliz de que fuera yo más eficiente que mi anónima compañía tratándose de que le llevaba una ventaja de como 4 canastones llenas de manzanas. No sé para qué estábamos haciendo la pizca, pero espero que no me salga algún psicólogo psicoanalista que era «por estar tratando de acumular el cariño que nadie me ha querido ofrecer y me compenso con una competencia notoria y desleal ante mis compañeros de trabajo y les humillo, para así llamar la atención de un macho descomunal…» (pero lo dudo jojo).
Entonces seguíamos haciendo la pizca, uniformado yo de traje pero descalzo, que se oyen unas risas malignas, como las típicas de los villanos de Disney en sus películas cuando acaban en soliloquio planear su maldad dentro de su guarida. Dichas risas fueron oscureciendo lontananza precipitadamente y una vez quedado en penumbras el valle, que se me aparece el gato risión con singular angustia y me dice algo así como: «pélate cabrón, que Belcebú está llevando a todos a las más terribles torturas» y que intento correr y que nada, que mis pies estaban inmovilizados con una especie de brea ardiente y ¡que aparece el bebé sol!….
Aaaaarrrrrggggg….

Despierto y ya.
¿Súper chafa no? la verdad es que casi nunca me acuerdo de lo que sueño, sólo algunos como este y de mi mejor sueño con La Virgen de Zapopan como protagonista… pero ése lo contaré después por que es verdaderamente aterrador.



¡Video del recuerdo!
May 28, 2007, 11:24 pm
Filed under: De naco, a dios Baco., Licuados fetales., Pañalera.

«Nene, me puedes tocar, sólo soy una chica normal… ¡súper natural!»
Si habías pensado que Marta Sánchez fue siempre solista y tenía videos megachafísimas con el ex-guitarrista de Guns & Roses, ése del sombrero y melena como de Amanda Miguel, pues estabas completamente equivocado. Esta española de caderas pronunciadas y senos ernormes, tuvo sus inicios artísticos con la fallecida agrupación Olé-olé, de la cual SúperNatural y Con sólo una mirada, eran mis favoritas y me declaro culpable, me las sabía y estaba seguro que cuando creciera, Marta se casaría conmigo por que estaba bien enamorado de ella. Se me hacía muy sexy y cachonda. Corte a: ya no me gusta nadita, se puso bien fea y como que le creció la nariz, además como que hay algún trabajo que se hizo en la cara, que ya no se parece a la de Olé-olé sino a una mala cirugía hecha sobre Sofía Loren.
Pero verla en sus glorias de finales de los ochentas, me hace viajar a una fiesta de 6to grado (así es, hace añales) donde en mi salón, habían 2 chicas que se disputaban el primer lugar para el celaje de todos los prepubertos que deseaban olerles su colita en desarrollo. Estos infames y calientes compañeritos míos y yo, habíamos sido invitados a casa de Elisa y desde luego asistiría Vera, todos habíamos llevado nuestros mejores y «juveniles» trapos para ser vistos a-la-moda; yo llevé una camisa de botones por doquier con un corte tan raro que parecían hombreras, de un color naranja melocotón tan chinga pupila que estaba a juego con mis pantalones deslavados de mezclilla, medio bombachos que terminaban en un súper arremangado y coquetón doblez en los tobillos, con mis calcetines blancos y zapatos negros. Un reloj (aunque usted no lo crea, usaba reloj) full color y un peinado de superpunk. Todos íbamos similar y a la entrada, Elisa ¡nos recibió de beso! ¿es posible que en ése momento, pasamos de la niñez a la pubertad? yo estoy convencido. Empezó la fiesta, y todos comíamos papas y cacahuates y refrescos a los cuales mezclábamos de varios sabores, para darles un sabor reventado y picudísimo. Era de esperarse que todos los weyes estábamos en una esquina, y las jovencitas en la otra admirando nuestros outfits tan a la moda jojo. Vera había traído 3 cassettes para ambientar la reunión, a lo que harta del rancherismo de los varones, dijo: «Todos vamos a bailar , pongamos mi canción favorita: Súper Natural»

Entré en conflicto, no sabía a quién amar, si a Vera que gustaba de mi canción favorita del momento, o seguir amando a Marta Sánchez.

Decidí empezar a oír a Guadalupe Pinedachale.



Neo-cineastas.
May 28, 2007, 3:51 pm
Filed under: Chachografías, Güarrez del día., Pañalera.

Amo estas advertencias.

Escenario: El camión.
Protagonistas: Señora gorda con pantalones blancos, por donde los cuales, deja asomar su tanga violeta, quien también se trasluce. Oficinista, con un traje Aldo Conti panzón con un celular que permite hacer grabaciones de viedo.
Director: De seguro, Diego Luna dándoselas de director alternativo y chic.

Eran las 8:55 de la mañana (para algunos madrugada, cuando crudo se está) y el camión sobre Reforma se mueve con singular lentitud, toda la gente apretada, trata de evitar invadir más sus espacios personales, pero a la novicia de lentes setenteros, se le cae su escapulario y debe agacharse a recogerlo, pero como por reproducción de los pescados y los panes en milagro de Jesús, su trasero creció de la nada y hace que todos los tripulantes se peguen más para que la sierva de Dios, deje volver respirar a todos. Nunca faltando los gandallas, que apenas se desocupa un lugar, empuja como en un incendio a los demás para poder hacer uso ocupacional del vacante y sentarse haciéndose pendejo de la chica que trae collarín cervical y que por sus torpes movimientos, no pudo llegar antes, pero que tenía la esperanza de hacerlo.
Una estudiante come melón e impregna la unidad con su bote de a litro, mientras chismorrea con su compañera sobre un tal Ernersto, que se le queda viendo en el salón de clases. Viaja una agente de tránsito, quien no termina de maquillarse unas líneas azules sobre los párpados morenos, para hacer un contraste de mal gusto y grotesco. El señor de cachucha que viene completamente dormido, se deja balancear por la inercia del camión y pasando la cabeza de Luis Donaldo Colosio, el chofer frena de manera más abrupta, lo que hace que su frente tope con el tubo, y el impacto le hace despertar.
Todo parece un día normal en el transporte colectivo (sonidos incidentales de tráfico sobre Reforma a las 8:55 am).

-¡NO me tome video!
Una voz en tiple agudísimo, llena de indignación y rabia, rompe la armonía de los pasajeros. Todos voltean para tener la primicia del escándalo y saber si habrán golpes, crucificados o de qué se llenará la hoguera de las brujas.
-¡NO me tome video, pinche depravado!
Acción que le hace tomar el celular del neo-cineasta de un arrebato iracundo.
-Regréseme el celular. Con voz susurrante, discreta y todo colorado, el oficinista le hace petición a la señora.
-Abajo te lo doy cabrón, ¡pero tienes que borrar lo que tomaste!. Para esto, todos los tripulantes varones atinaban a voltear a ver a la víctima del cineasta amateur, para cerciorarse que tan sabrosa estaba y aplaudir o aborrecer el hecho; las mujeres por su cuenta, maldecían con su mirada y vomitaban el hecho mientras nuestros protagonistas bajaban de la unidad…

Para todo esto, el único indiferente fue el León de la señalización, él sólo desea que no se corte la gente las uñas en el camión… por que es antihigiénico.



¡Albricias! Doctor Simi y Maribel Guardia.
May 23, 2007, 6:10 pm
Filed under: De naco, a dios Baco., Güarrez del día.

Al buen entendedor… ¡pocas palabras!
Si Maribel apoya al Doctor Simi, entonces NO debemos ponerlo en tela de juicio. Yo soy totalmente Simi. (Y no soy ningún marciano, más bien un eterno enamorado de Maribelita mamazota de mi corazón)



Totalmente… ¡un marciano!
May 23, 2007, 3:37 pm
Filed under: Chachografías, Licuados fetales.

Bueno, ya nos lo tenía advertido Jaime Mausán: «están entre nosotros» y sólo fue juzgado por tener pésimo gusto para vestir y tener ojeras de teporochero; México se volvió la Meca de albergue para estos seres del espacio exterior y hacer de su anonimato, un oficio honrado y público: ahí está Ana Bárbara y su «me asusta pera me gusta«, canción con un grito desesperado por sus pasiones ovniezcas-zoofílicas y su pasión desmesurada por los hombre lobos. O más popular actualmente, Martha Higareda y su Amarte duele, y su bodrio de Chicas Mal, y como acaparó las portadas de revistas de prestigio como 20ytantos, Eres y Conozca Mas (jo jo); y ahora este varón extraterrestre… totalmente marte.

Chale con la malsima foto, pero ni modo.



Vogage, vogage…
May 23, 2007, 12:06 am
Filed under: De naco, a dios Baco., Historias de chachas

No nos hágamos tarugos, diría la Chimultrufia, mientras en su radio escuchara a Desireless argumentando: «Ya son tan famosos nuestros muchachitos de Magneto, que hasta cover le hicieron su prendidísima canción Vuela, vuela«, orgullosa de su pendejez, se tiraría un pedo, tremolaría sus faldas para dejar salir la peste y se reiría con su sonriza de cinta aislante negra.

Pero su tu fuiste fans de estos mocosos, ahora los volverás a escuchar, sin juzgar su poco talente y pésimos pasos de baile.



¿Qué hacen los choferes mientras nadie los ve?
May 22, 2007, 6:13 pm
Filed under: Güarrez del día.

Respuesta: Rascarse los huevos.
Así de fácil, no hay mayores complicaciones, no se ocultará más el misterio, no le busquemos más, los choferes de nuestro transporte público, deben tener algún gen que les provoque harta comezón en el escroto y deban entonces, rascarse de manera discreta (o éso también está por verse), por lo general y quiero aún pensar, que lo hacen sí sólo si, tiene weyes a su alrededor. Y no quiero atribuirles desvíos de preferencia sexual, sino todo lo contrario, es una confirmación territorial que advierte a éstos pendejos que se le encuentren alrededor, que él es el mamut semental, el jefe de la tribu tripulante de su kayac moderno, la figura paternal que lleva el volante, el pasaje y la vida de los todos los usuarios.
Hoy mi traslado, en el que además de venía hasta la madre el camión, y que en un par de cuadras por principio de mi ruta, fui casi colgado de los dos últimos escalones del medio, hasta que una señora con hijo se bajaron por adelante y pudimos entrar un poco más (hubiera quedado aún más adentro, de no se por un imbécil que no respetó mi lugar, por que a la hora de bajar a la doña y a su morrito, éste, inmediatamente se apoderó de mis escalones, lo bueno es que bajó más gente por atrás y pudimos recorrernos).
Quedó en contacto paralelo con la palanca de velocidades mi pierna derecha, de modo que tuve una vista amplia de la gente y en pocas ocasiones tuve que hacer llegar hasta las manos del chofer las monedas de la poca gente honrada que subiendo por atrás, pasa su cuota.
En los asientos preferenciales, yacía en un sueño profundo, un don como de unos 70 años con unos ronquidos y usando ambos lugares para que pudieran viajar plácidas sus dos bolsas negras. Subían y subían más y más personas. El chofer, por su cuenta, nos daba órdenes de recorrernos hacia la mitad del camión (cosa en verdad imposible por la demanda de usuarios) y pues todo seguía igual, yo todo chueco de la espalda, con una mala postura, gracias a un wey que traía una valija tan grande como para llevar ahí a su hijo de 9 años muerto.
Infame el tráfico por Paseo de la Reforma. Estaba oyendo a los Smashing Pumpkins, cuando por la ubicación y la vista, pensé que acalorado, se estaba abriendo la chamarra el chofer por la dirección del cierre de la misma terminara a la altura de los genitales, cuando con unos movimientos bruscos repetía de arriba hacia abajo esta acción que yo inocentemente hubiera jurado era la de terminar de abrirse la prenda.
No, pues no, no era calor lo que tenía el chofer, ni era un zípper defectuoso el que le provocara movimientos de repetición sobre el área reproductora… ¡se estaba rascando con saña los huevos!, ¡pero qué fuerza era tal!, podría afirmar que igual, hasta estaba impidiéndole a un mapache se le subiera hasta el cuello y lo intentaba matar dentro del pantalón…
Rascarse los huevos entre los hombres es como normal, lo que me pudo causar ya cierto asco, fue que se llevó a posteriori, sus dedos a sus fosas nasales y cual aroma de pastelillos recién horneados, se fumó todo el olor.



Lengua hervida.
May 21, 2007, 6:39 pm
Filed under: De naco, a dios Baco., Güarrez del día.

Mientras a Prisma, la canta autora del caramelo cursilón «De color de rosa«, perdió una chichi igualito que doña Lencha, Lucila MariscalSabrina Sabrok se pone más intensa con un culo que equilibrará el peso de sus enormes pechos.
Feliz de su transformación, mi amadísima Sabrina, nos hace volar al pasado ochentero, donde el metal y todos sus derivados (nunca he entendido esa música, ni sus pinches letras, ni su wannabe look maldito, siempre se me ha hecho chafísima) hacen gala de su atuendo de sadomasoquista, latiguito y una voz demoniaca para asustarse por la rudeza que éste género musical quiere transmitir. A Sabrina se lo paso (y será a la única) por que a élla la amo y amo sus chichotas y su nuevo trasero.



Compras dominicales.
May 21, 2007, 6:10 pm
Filed under: Chachografías, Eyaculaciones precoces.

Empezó la hogareñomanía, ¡enhorabuena! el mejor departamento del mundo (oséase el de Dorito y yo) está teniendo una transformación que no sólo raya en la del extremo cuidado visual, sino que a su vez, se ha vuelto un recinto culinario que alberga ingredientes próximos a convertirse en recetas pomposas de mi autoría, y poder así llevar al trabajo el lonche, y ser de los que impregnan de olores caseros a arroz y huevo frito el aroma a impresoras de la oficina. Abriéndoles el apetito a todos aquellos incautos que no terminan de completar alguna actividad y tragan tacos de aire, muriendo de envidia o asco ante tal carnaval de olores.
Con una cruda que me mantuvo en un estado meditabundo de inercia pura, nos fuimos a tirar rostro en el supermercado, seleccionando(yo) la comida con singular repugnancia, por traer esa nausea post-chelas… consiguiendo a las 6:20 pm poder devolver en el baño puerquísimo del Gigante, los jugos gástricos que me tenían poseído cual endemoniado de la Edad Media. Una vez exorcizado, recobré mi belleza sin necesidad de Avon y me dispuse a terminar de completar las compras con singular juventud y alegría.
Nunca he sido de los que declaran por la condición crudil «es la última vez que tomo«; pero si he de confesar que me sentía de la verga.
Dorian compró unos quesitos que me ganaron el corazón, no sólo por la maravillosa forma del empaque, sino por el nombre: La vaca que ríe. Los amé.
Así mismo, reacomodamos las cosas de la mesa, pintamos los cuartos y pusimos las lámparas. (Voy a cambiar el color de mi cuarto, odié el color en el que quedó).

Los quesos.
La Vogue Paris sobre la mesa.

Descubrimos que vivimos en un edificio mega chueco a causa (evidente) del temblor del ’85…